Óscar Beltrán de Otálora recuerda que su abuelo era un fan de Pío Baroja y le contaba las historias de Zalacaín el aventurero. Cuando le pasó el libro se lo terminó en una noche y al día siguiente soñaba con escribir historias parecidas. Pero en el género negro, recuerda ‘Adiós, muñeca’, de Raymond Chandler. El nombre de Velma Valento jamás lo ha olvidado. La emoción de descubrir a Chandler tampoco se ha borrado.

Siente devoción hacia el género negro ‘por esa capacidad de crear atmósferas, enigmas, personajes… llevados al extremo’. Y se ha inclinado por éste género gracias a su trabajo como periodista, ya que comenzó como reportero de sucesos, ‘conoces muchas historias que dan pie a fabular’.
¿El libro que se muere por empezar a leer? ‘Nadie en esta tierra’, de Víctor del Árbol debido a la capacidad del autor
para crear atmósferas perturbadoras e inquietantes que le resultan fascinantes.
Su proceso creativo parte de una mezcla de historias leídas, cosas que le han contado amigos e imágenes que se van creando en algún lugar oscuro del cerebro. Pero la idea dominante es pensar en alguien bueno atrapado en un mundo diabólico. Oscar se levanta a las 5 de la mañana, así tiene dos horas antes de ir a trabajar. Luego se pasa todo el día en el periódico. Y los fines de semana son claves. El único fetiche que le acompaña es la foto de 1936 en la que aparecen juntos Raymond Chandler y Dashiell Hammet. Para él, esa imagen es como las estampitas religiosas para los toreros.
¿Qué pensó cuando se enteró de que estaba seleccionado como candidato al premio Tuber Melanosporum? ‘Fue algo increíble para alguien recién llegado a la novela negra. ‘Tierra de furtivos’ es mi primera obra y que alguien la haya tomado en consideración para un premio me sobrepasa, en cierta forma. Siempre he seguido la actualidad de los festivales y estar nominado en un evento como el de Morella me parece un sueño hecho realidad. Morella Negra Con la Trufa es un festival de gente apasionada con el género negro así que me parece algo así como la gran asamblea de la tribu’.